El piropo de los piropos

Tuve la dicha de ir a Perú y visitar una amiga que me llevó a San Bartolo un playa a unos 50 km de Lima.  A primera hora de la mañana salí a trotar, había decidido intentar llegar a la siguiente Playa, Santa María conocer y regresar.  Pregunté si era lejos y un señor me dijo que como unos 10 km, pensé ir despacio y si fuera del caso regresar caminando, hasta ahora no he trotado 20 km seguidos y no podía correr el riesgo de lastimarme el tobillo o la rodilla antes de la competencia del domingo.  Pero resultó ser un trayecto corto y como estaba nublado no muy desgastante; así que decidí subir el paso de regreso.  Todavía sobre la carretera principal, subiendo, con la lengua afuera y el paso re-lento pude observar a mi derecha a dos señores hablando en la entrada de un establecimiento comercial popular, uno estaba de frente a mi y el otro de espaldas, el primero dijo algo que no escuché y el segundo se volteó, me miró y dijo de forma contundente: “NOOOO, no ve que no llega ni a los 30 y ya no puede correrr.....“ lo demás no lo escuché pues mi ego me hizo llegar al cielo.  Todavía hoy, me creo que tengo 20 años menos.

En todos los aspectos de la vida hay que tomar lo que nos dicen a nuestro favor (sin dejar que el ego se ensalse demasiado je je).

VAMOS, VAMOS A DES-EMPOLVARNOS