A mis compañeros CHI que he ido dejando de ver,
pero tengo presente su apoyo y en especial su ejemplo.
Hoy amanecí con
la sensación de progreso de los pies a la cabeza. Aclaro que no está definida por haber bajado tiempo, sino
por la fortaleza interna y física que me está dando el no lograrlo y como sigo
insistiendo cada mañana en ponerme las tenis. Estoy en un
grupo definido como para principiantes y/o para aquellos que se recuperan de
una lesión, sin duda no moverse durante 48 años –hoy- lo acepto como una lesión
al estado natural de movimiento de un ser humano. Así que – a ver si coinciden conmigo en que- no hay duda que
mi sensación de hoy dice que estoy aprehendiendo la máxima CHI:
“el
cuerpo se desgasta, pero la mente
perdura y el alma es eterna“
Tengo un llamado
especial a todas aquellas personas CHI que dejan de ser principiantes y/o se recuperaron
de una lesión: que –siempre que les sea posible- reserven anualmente un día de
entrenamiento o un día de fondo con su profesor CHI, y así corriendo al lado de
los nuevos pupilos los carguen adicionalmente de progreso. Así yo -que si por la víspera se saca el día: pasaré largo tiempo en
el grupo- no tendré esta sensación lineal de ausencia/renovación, sino que
entre todas las personas CHI la habremos convertido en el círculo virtuoso:
ausencia/renovación/re-encuentro
VAMOS, VAMOS A PROGRESAR DES-EMPOLVANDONOS SIN OLVIDAR DONDE INICIAMOS, DONDE NOS RECUPERAMOS DE UN LENTO ANDAR