lunes, 17 de febrero de 2020

Fondo Volcán Irazú

este domingo fue el fondo en el Volcán Irazú, fue tal la lluvia el viento y el frío que solo tengo unas fotos para dejar registro que cumplimos con el compromiso que nos permitirá llegar "a tempo a la meta 2020"; pues mis recuerdos, mis sensaciones siguen congelados.  dice mi profesor que estuvimos en algunos tramos a 12 ºC y también me explica que en esa montaña 100 mts son percibidos como 1km, con razón esta des-empolvada daba 3 pasos y tenía que detenerse, así que me aferré a nuestro lema para volver a subir los 4k de vuelta: si solo logramos dar 3 pasos pues a darlos.











VAMOS VAMOS A DES-EMPOLVARNOS SI SOLO LOGRAMOS DAR 3 PASOS PUES A DARLOS

jueves, 6 de febrero de 2020

una moto, 2 carros … un ciclista y una des-empolvada



¿qué define el soporte? ¿dónde nace de un ser vivo hacia otro la fuerza que activa el mecanismo personal de seguir? Quizás en estos tiempo suele mal entenderse el poder de una, nos van metiendo en la cabeza que todo lo que necesitamos está dentro de una misma y que por ende hay un grave error en buscar afuera, no estoy del todo en desacuerdo pues finalmente si cada cual se niega, el primer paso no se da, entonces ese poder existe, sin embargo, ¿quién, cómo se enciende?, ¿cómo cada cual logra despertarlo y ejercerlo? Ese es otro camino con millones de rutas y un común denominador.  Este domingo fue el primer entreno de montaña del 2020,  solo sabía que debía llevar ropa de cambio, abrigo, ganas de ir a un lugar de hermosos paisajes, y estar frente a una iglesia que está a 20k de mi casa a las 5:13 a.m. para subir todos en fila india; por varias razones que ahora no son relevantes llegué  a las 5:19 a.m. y, no me quedo de otra que pedir ayuda a super google, me dije si no llego a  dónde doña Chavela (algo así se llama el sitio donde quedarían los carros y luego desayunaríamos), pues simplemente que esta amable aplicación me traiga de vuelta. Así fue,  pasamos frente a la iglesia y tomamos una ruta de ascenso que conozco bien de mis años mozos, tengo que reconocer que en los 80 me encantaba ir a dónde Nor Lalo y bajar caminando hasta la ciudad, hablando y sobre todo observando las luces de San José (otra actividad en la que me des-empolvaba y no me acordaba).  Bueno descubrí que ahí está el lugar, seguí, seguí y encontré un sitio que le agrada a una amiga  lo conocí una vez ya en este siglo, y kilómetros más arriba re-descubrí un sitio que le agradaba mucho a un buen amigo,  y me dije um, estoy bien arriba aquí si solíamos venir en carro pues es lejos, y  mi ruta seguía hacia arriba, comencé a ver las nubes a mi misma altura, las pasé, tuve la sensación que en cualquier momento los ángeles y los arcángeles saldrían a indicarme siga subiendo, hasta que ya volvió a hablar la señora del celular y me dijo en 300 mts a la derecha está tu destino.  Las nubes abajo y la negregura más negra que recuerdo, vi movimiento subiendo una pequeña cuesta y dije son mis compañeras CHI.  El frío era intenso sin embargo, una sabe que ya comenzando a correr se entra en calor, caminaríamos poco menos de 2k juntos en burbuja y ya luego cada cual tiene asignada  su carga, el máximo de ese día eran 20k.  A mi me encantan las rutas con retorno como esta pues por mi lentitud lo que hacemos es que yo voy hacia delante hasta que me encuentro a la primera atleta en retorno.  Por primera vez en estos años des-empolvándome estuve más atenta a ese encuentro, que intensa esa ruta, llovía, las pendientes eran rudas, resbalosas, el casi no tener acceso al entorno por la bruma genera un efecto en el cerebro que él retorna en cansancio, en un convincente no puedo, no estaba lista …. y justo porque estaba consciente de ese detalle cuando me topé con el primer compañero en sentido contrario, me exigí 10 minutos más hacia delante, recuerde que el cerebro debe ser sumiso a nosotras y para ello hay que entrenarlo; aún así mi yo interno iba echándole porras al cerebro y no a mis piernas.  Para este punto estaba yo realmente con las piernas re-cargadas, y cedí a la idea que quizás no lograría retornar, esto me ha pasado pocas veces en la vida, a mi, si me dejan ir a mi ritmo llego a cualquier parte.   Bueno inicié el retorno impresionada de las pendientes que subí, saludé a un nuevo grupo de atletas que recién iniciaba, me dieron compañía en el retorno,  ¡buenos días!  ¡buenos días!  ¡buenos días!  ¡buenos días!  ¡buenos días!  ¡buenos días!  ¡buenos días!  …. ahí va una distrayéndose en el saludo y medio escuchar de qué hablan, pues es normal que corran en pareja y vayan hablando.   Que frío, que jalonazos en los gemelos, los codos, los codos me pasan la factura luego de nadar y cuando hay cuestas, hoy no es la excepción y los mocos este montón de mocos.  Voy a tener que caminar, ya no doy mi pasito tum tum, y justo en ese momento me pasa al lado un niño de no más de 8 años, moreno, de cara redonda, pelo lacio, cachetes rosados, con camiseta blanca de cuello redondo, pantalones negros de tela, sus botas de hule de un opaco negro que habla no del paso del tiempo sino más bien del inclemente clima, el niño iba en una bicicleta más grande para su tamaño, eso en el área rural es re-normal y la cuesta nos llevaba –es mi parecer- en el mismo tempo, lo ví zigzaguear para aprovechar la fuerza del movimiento y le admiré por el enorme esfuerzo que hacía, no voy a parar dije, él lo está intentando y yo me puedo contagiar de él; y le puse todas las ganas que una sabe que le está poniendo indistintamente de lo que puedan percibir quienes nos ven.  Y, me aferré al esfuerzo de él, hasta que me percaté que cuando el zigzagueaba me veía de reojo, ¡YIHAAAA!, llego a la lomita y ahí está él como esperándome, y le digo: estuvo rudilla esa subida ¿verdad?, -si, dijo él, y siguió a mi lado por unos  400 mts más hasta el punto donde él tomaba otra dirección, no nos dijimos nada, solo fuimos uno al lado de la otra, pocas veces me han acompañado tanto, me han jalado hacia delante con tanta contundencia, eso si recuerdo cada una.  Cuando fue a doblar a la izquierda me dijo: ¡adiós! y yo le respondí: ¡buen camino! Estaba yo a unos 3.5k de doña Chavela, sin embargo, ya no pude parar, la inspiración, la fuerza, la sencillez de aquel niño me invadieron, se lo debía, fue el honor que quise darle a esa amistad de 600 mts que encontré en el camino y se que me acompañará hasta el último aliento, porque hay compañeros que son para siempre.  Y, en esta locura de des-empolvarme la niñez ha sido mi motor, siempre, siempre hay un niño o una niña que parece encontrar las palabras, el gesto justo.  Y ¿usted que me lee suele valorar el soporte que le dan quienes están al lado o encontrarle en el entorno? Porque según yo, todas las porras están al alcance de la mano y en el entorno, cada una de nosotras elije el canto que quiere escuchar.  Este niño y yo teníamos varias personas alrededor, era día de elecciones municipales, estábamos en una pequeña aglomeración de casas, la gente iba y venía ya lista para ir a trabajar por sus candidatos, una moto, 2 carros … un ciclista y una des-empolvada, estos dos últimos crearon su burbuja para apoyarse, para recordar-se siempre, porque estoy segura que cuando me veía de re-ojo y resoplaba por el esfuerzo decía: si esa doñita no para, yo tampoco. ja ja  que rico: re-inspirándonos uno a la otra. fue sin duda un がんばってください en pareja.

les comparto algunas fotos de la ruta que -aún cuando estuvo con lluvia y neblina- me encantó



























VAMOS VAMOS A DES-EMPOLVARNOS SI SOLO LOGRAMOS DAR 3 PASOS PUES A DARLOS NUNCA SABREMOS HASTA DONDE PUEDEN LLEVARNOS




por supuesto que me puede presionar cada mañana

este blog es una locura conjunta que tiene vida propia desde el 10 de diciembre del 2013, casi todo todo lo que hemos hecho es por sugerenci...