martes, 27 de agosto de 2019

Un desenlace inesperado

El ser humano es grandioso.
Gracias a que la organización y Sofía dijeron: "siga rebe, vaya tranquila, disfrute", no solo logramos terminar la carrera sino que trajimos el trofeo de 4 lugar categoría mujer-mujer.  Mismo que marca el inicio de este trabajo de deconstrucción que le propuse el 24 de agosto y por 240 días.


Fue una gran aventura y un reto para mis pulmones que son los que suelen quedarse un poco rezagados.  Aún así, no hay duda que la des-empolvada encontró su disciplina.  Ya le dije a mi profesor CHI, que vamos a reforzar la subida para que en otra oportunidad demos la talla. 

Voy a publicar en estos días la reseña de la competencia, ahora quiero aprovechar para comentarles que 3 personas escribieron a mi correo ¡yo voy rebe! y el mismo domingo 25 inicie el trabajo, que perfila que será más de lo que yo consideré -por mi ignoracia del tema- aún así ¡vamos con todo! si alguna tiene interés en unirse en cualquier momento me puede enviar su historia, dudas ó simplemente el interés de ser parte de quienes van a ir leyendo los cuentos que escribiremos a partir del resultado de las investigaciones.

Yo ya inicié mi deconstrucción, lo que ya recibí me genera dudas, ansiedades y miedos que vencer ¡estoy más atenta que nunca! 

¡TODOS JUNTAS PODEMOS LLEGAR A DONDE NOS DE LA GANA!

foto de albusports, swimrun costa rica 25 agosto 2019





sábado, 24 de agosto de 2019

SI no ME ACOMPAÑA COMPRENDERÉ

“después de cada crisis no se sale igual,
se sale más discapacitado que antes.”


¡Hola! que esté re-bien, el 15 noviembre 2018 dejamos en el tintero el nuevo reto, ese en que reflexionábamos sobre ir de la educación a la humanidad y me he esperado hasta hoy que estoy en modo competencia, porque ustedes me inspiran, me hacen volar alto, y espero ser certera respecto de lo que veo/aspiro desde aquí.  Tengo ya cantidad significativa de tiempo rumiando la idea que: subestimar, discriminar, estigmatizar, aislar, juzgar una situación/condición que no se conoce, alejarse de una persona amiga/familia/compañera laboral cuando la situación se torna difícil de llevar, … son reacciones que consideramos el único camino  porque es sólo el que hemos aprehendido. Sin embargo, como cada una de esas reacciones es manejable a nivel personal se me ocurre que quizás estamos ante la gran oportunidad no de cambiar lo que puede ser cambiado, sino de transformar-nos para cambiar lo que debe ser cambiado.

Eso si, una transformación es un proceso que exige una deconstrucción de la manera en que entendemos el mundo, requiere de auto-consciencia, y yo le estoy pidiendo que nos acompañemos en ese proceso, que juntas salgamos no a convertirnos en psiquiatras o especialistas en algún campo médico/científico, sino solo en seres humanos compasivos, que desde su metro cuadrado, aportan para que las personas alejadas del camino de la salud mental, tengan calidad de vida, y eso exige, que nos levantemos/reflexionemos y sobre todo que actuemos –desde nuestras posibilidades- lo antes posible cada vez que nos percibamos como al inicio. 

Y es que si cada ser humano se ve afectado por factores psicológicos, biológicos, ambientales y sociales, justo en este último salimos a escena todas las demás.  Solo que por ahora nuestros prejuicios, nuestra manera de sobrellevar el mundo que nos tocó vivir, en el caso específico genera presión no solo sobre la persona que está fuera de la salud mental, sino también sobre su círculo cercano, que es el que suele darle soporte, apoyo y de paso lidiar con nosotras y el ejercicio de nuestros prejuicios.



Así, no es un secreto que en el siglo pasado encerramos/depositamos a estas personas, las aislamos, las abandonamos dejándolas en custodia y bajo asistencialismo; si alguna vez las visitamos las vimos como débiles mentales, menos inteligentes, peligrosas …. Y ahora sabemos, que no se pierde la capacidad mental, ellas perciben cómo las miramos, entienden perfectamente “la carga” que decimos que representa, el “pobrecita” de palabra que alguien habrá expresado en su propia cara.

Hasta aquí, en este escueto recuento, ¡hay trabajo!, demasiado trabajo, sin embargo, el primero es que reconozcamos cómo no somos, que descubramos que todas somos iguales, y cada cual está en capacidad de causar un gran daño a las demás, ¡ERGO! solemos ser peor de lo que creemos; así la idea es aprovechar el grupo unir las experiencias dar los primeros pasos, para sanarnos nosotras “las sanas”, si las sanas; para ya luego abrir el camino para que todas encontremos un sitio en el mundo en el que nos sintamos productivas. Alguien decía: reivindicar la dignidad y capacidad para realizar una contribución social y laboral; a lo que podemos agregar que un camino posible es confiar menos en las vísceras y trabajar más la evaluación de la evidencia, si aunque suene académico, debemos modificar la forma en que determinamos la peligrosidad de la otra.

Se que sueno utópica, sin embargo, la última vez que trabajamos en grupo no solo me llevaron a donde yo no hubiera llegado por mis propios medios sino que ya ahí me convencieron que: TODOS JUNTAS PODEMOS HACER LO QUE NOS DE LA GANA.  Y aunque a nivel personal este ejercicio sabemos que en algún punto nos va a doler, la idea es que ese dolor/vergüenza nos propulse al cambio que reclama la sociedad actual de manera que las personas con trastornos mentales no solo no sienta vergüenza por su condición sino también para que sea lo más temprano posible que reciban tratamiento y se re-inserten a la sociedad como individuos económicamente activos.  Ninguna persona merece llevar sobre sus hombros el sentirse una carga, el estar convencida que no merece un descanso; estoy segura que juntas encontraremos que hay ambientes y trabajos laborales para la mayoría de las condiciones.  Sin embargo, para llegar a ese punto  debemos estudiar, compartir, innovar y re-construirnos.  Por eso digo que SI no ME ACOMPAÑA COMPRENDERE.

¿cuál es entonces la propuesta?
Este 25 de agosto 2019 estamos inscritas en swimrun, correremos un total de 13k y nadaremos 1.500 mts en aguas abiertas, en segmentos alternados y que conoceremos unas horas antes de la salida.  La competencia tiene un tiempo determinado y es en pareja, misma que no debe separarse en ningún momento más de 10 metros una de la otra.  Desde agosto 2018 a la fecha hemos trabajado conscientemente partiendo de nuestras posibilidades, aprendimos a nadar, hemos dado cantidad de brazadas, quemado cantidad de kilómetros y, Sofía el día que le pregunté si podía ser mi pareja swimrunera dijo: “¡yo voy rebe!, ella está preparada para competir por el podio de este swimrun, y aún así me dijo, rebe, vamos si solo logra-mos dar 3 pasos pues a darlos.  vamos con todo hasta el final”.  Ella llevará la misión de ir un paso adelante para jalarme un poco sin desgastarme prematuramente, e irá chequeando que no nos separemos en ningún trayecto más de 10 metros.  ¡ERGO! La posición que ella asumió, no será fácil, no es acomodarse al ritmo de una persona lenta y llevarla suave, ¡para nada! Les digo que tenemos una estrategia, para que si nos sacan por haberse agotado el tiempo, sea lo más adelante de la ruta y “habiéndolo dado todo”, aquí nadie se rinde, aquí nadie baja los brazos, aquí lo volveremos a intentar las veces que sean necesarias hasta que nuestro proceso, esté completo.

Sin duda, esta competencia es como un símbolo del trabajo que estaremos haciendo, un poco a ciegas, un poco presionando a sacar lo mejor de la más lenta, sin dejarla fuera del juego, y pase lo que pase dispuestas a levantarnos y seguir adelante, “inmediatamente” después de cada caída, cada retroceso.  ¿me acompaña?

Si me acompaña, será inicialmente aportando desde su experiencia con el trato con personas fuera del camino de la salud, de manera tal que el grupo genere información/historias para que a nivel personal logremos ir reconociendo los prejuicios que cargamos y hemos reproducido.  El filtro del grupo soy yo y por supuesto que pediré ayuda, para evitar un manejo inapropiado de las experiencias que decidan compartirnos.

Ya en está segunda década del siglo XXI visité a una familia en un país centroamericano era la mamá y 3 hijas una con parálisis cerebral que requería su atención 24/7.   Las 2 hijas “sanas” las recuerdo bien eran mujeres altas, gruesas, fuertes, amables de mirada ingenua, obedientes, serviciales, pedían aprobación a su mamá antes de participar en la conversación, educadas, ellas misma me comentaron que se graduaron de la escuela y el colegio como las mejores de su clase, lo cual las llevó directo a la universidad, donde pasado menos de 1 año, durante las lecciones, tuvieron conductas inapropiadas y censuradas socialmente, por lo que fueron expulsadas, no había dinero para llevarlas a algún tratamiento, así que desde entonces están en casa, apoyando a su mamá y sin salir. Diagnóstico: esquizofrenia. Yo desde que las conocí me he quedado con la espinita que perfectamente pudieron haber encontrado un trabajo, donde se atendiera el evento si sucedía y no vivir en la miseria, miserable que viven las 4 porque ninguna tiene opción laboral para llevar dinero a casa.

También tengo una profunda admiración y respeto por una persona que en su adolescencia fue diagnosticada con bipolaridad y cuando se percató que la medicación le volvía inútil, con la fuerza de la juventud se dijo: adiós al medicamento yo esto lo mantengo controlado “matándome” trabajando; y pasado el tiempo es una buena persona, de trato afable, confiable, de fino humor, soliadaria y sobre todo sostén de su familia.  Sin embargo, en todos estos años en que formó una familia, construyó una casa …. la sociedad no ha cambiado, cuando las fuerza falten y todas sabemos que el tiempo se las va llevando, ¿cómo logrará esta persona doblegar su condición, tendrá que volver a consumir medicamentos?  ¿cómo reaccionarán las personas de la comunidad ante un episodio? ….

Estos son dos relatos que se me ocurren al calor del momento, son reales, se pueden dar más detalles se pueden conjugar con lo difícil que se torna a nivel legal convivir o preservar el patrimonio familiar, cuando hay una o más personas con trastornos y derechos.  Y podemos acceder a estas reflexiones, todos juntas, y cada quien las procesará como deba procesarlas y tendrá acceso a repreguntar o evitar ciertos tópicos.   Lo cual me da pie a comentarle que personalmente tengo la meta de trabajar esa falsa idea que los trastornos mentales son enfermedades de “adultos mayores”-que incluso escuché esta semana en una TV nacional- y, de la mano de la historia de deportistas de alto rendimiento y artistas de renombre redondear el que es a cualquier edad y cualquier circunstancia que un ser humano se puede encontrar a si mismo fuera del camino de la salud mental, carga que no en pocas ocasiones tiene como destino final acabar con ese dolor que quema y como una externalidad con la propia vida. 

Entonces, la idea es que este 25 de agosto cuando yo regrese a casa y revise mi correo peregrina@hierbaroma.net, diga ¡yo voy rebe!, si solo logramos escribir 3 párrafos pues a escribirlos.  Y que me describan brevemente su experiencia personal, de manera que yo pueda hacer un abanico de trabajo

-       No se nada del tema
-       Viví al lado de una persona que ……
-       Recuerdo que a mi no me dejaban visitar a ….
-       Soy cercana al especialista xxxx que podría recibirnos, darnos una charla virtual, escribirnos sobre casos que ha tratado
-       Tomo tratamiento desde ….. lo más difícil ha sido ….
-       Tengo años trabajando en una asociación …..
-       Familiar y legalmente se torna …. la convivencia con mi hermana, hermanos….. por….
-       Trabajaré qué es y qué no es trastorno social
-       ……

No deben incluirse nombres específicos de las personas, ni enfocarse en las situaciones que se generan durante algunas interacciones, sino más bien en la reacción personal al convivir con personas con trastornos.  La idea es vernos a nosotras mismas, no dar un relato que implícitamente “justifique” nuestra ahora normalizada reacción de rechazo social; andamos buscando el punto en que si aceptamos que es difícil primeramente por desconocimiento, pues lo que hay que hacer es investigar/conocer/transformarnos.

Hay áreas de trabajo que iremos descubriendo juntas a lo largo de 240 días, que es el tiempo que considero pertinente trabajemos para convertirnos cada cual en agente de cambio respecto a la salud mental. 

Tengo claro que esta vez mi invitación, no es fácil, sin embargo, cuando las estadísticas dicen que una sexta parte de la población mundial sufre algún tipo de trastorno mental, y ya sabemos, que por el estigma social a la persona le da vergüenza aceptar su condición, no hay duda que hay una cantidad considerable que sufre trastorno y no acude tempranamente a un centro de salud.  Y, si sumamos a las estadísticas la noticia de la semana anterior que dice que una niña de 10 años no aguantó el acoso escolar y acabó con su sufrimiento; no hay manera de no aceptar que algo estamos enseñando/transmitiendo erróneamente a la niñez que insiste en irse contra lo diferente, eso es responsabilidad de quienes convivimos en esta sociedad, ese es el reto personal, personalísimo al que le pido me acompañé, que en cada una de nosotras, exista apoyo, acompañamiento.

En 1960 se realizaron unos estudios que concluyeron que existía tanto en el medio urbano como rural costarricense la tendencia a rechazar al (ex)enfermo mental, primordialmente en situaciones de cercanía social; el mismo concepto de enfermo mental provocaba rechazo por malo e incomprensible.  En el segundo semestre del 2019 quizás sigan vigentes esas conclusiones, sin embargo, hay algo que si cambió, la voz, la acción de múltiples instituciones, asociaciones, madres y padres de familia que describen lo que viven a diario, que claman por ayuda/comprensión.  Hoy tenemos la oportunidad de potenciar ese trabajo, solo agregando conocimiento/consciencia y deconstruyéndonos cada cual. 

Le espero en el momento que estime conveniente y pertinente para usted.  Solo recuerde que para salirnos del camino de la salud solo se requiere estar ejerciendo el ejercicio de la vida.

Antes de despedirme
Como siempre agradecer una y mil veces a mis maestros: mi profesor CHI, los Julio -uno me enseñó a nadar y el otro me tiró al mar ¡grandes! los dos-, a quienes a diario me sostienen, me dan ánimo, me apoyan, me recuerdan que están pendientes con la pregunta: ¿entrenó?, me financian al punto que no me hace falta un solo accesorio una sola lección, un solo entrenamiento, incluso algunas sin conocerme me dicen vamos, vamos rebe, estos meses de entrenamiento he tenido a mi disposición unos cordones de tecnología de punta que amablemente me envío alguien que solo me ha leído y me mandó a decir: “para que siga adelante”.  Igual en cada evento alguna figura pública (sin saberlo) me ha motivado, en esta ocasión Hanna Gabriels cuando le comenté que el tiempo del swimrun está por encima de mis posibilidades y será la primera competencia en que me inscriba y no de todos los pasos (las brazadas estimo que si), me dijo con esa energía que la caracteriza: “paciencia rebe con paciencia logrará todo lo que se proponga” y con esa frase y con el hecho de que en este país las figuras élite se toman el tiempo de animarnos a las que nunca les alcanzaremos, con eso me voy al swimrun que marca la salida de esta aventura para concientizar-nos sobre la salud mental.

¡Hay trabajo personal por hacer y un grupo dispuesto a compartir su experiencia para catapultarnos a cada cual en la parte que nos corresponde! y que así en silencio y hacia adentro se escuche nuestro grito social:
¡TODOS JUNTAS PODEMOS LLEGAR A DONDE NOS DE LA GANA!


El resultado findal del ejercicio Con el viento a tu espalda está reservado para aquellas que participaron, sin embargo, hemos compartido una reflexión para que el trabajo de sensibilización personal no se detenga.  siempre gracias

martes, 20 de agosto de 2019

730 días en la nueva zona de confort

2556 días han pasado desde el 20 de agosto 2012 en que humildemente me pregunté a mi misma si yo no corría porque no podía o porque me daba vergüenza.  Y no le voy a mentir sigo igual de lenta y testaruda; y aún así, en el último año agregué una disciplina, si, ya no tomó tanta agua cuando nado y si me dicen: "rebe, hoy toca fondo" en días buenazos he pasado de los 2.000 mts en la piscina.  Ahora estoy con la ilusión de entrar en la era swimrunera, estoy soñando que en esta disciplina quizás el alternar correr/nadar me empodere y logre seguir disfrutando al máximo las competencias y de paso mejorar mis tiempos combinados. 

entrenando 5:00 a.m.

Ya superé los 1826 días que se requieren para modificar la zona de confort, ahora aún lenta, mis genes ya buscan moverse a diario, esa es la señal, la onda, la frecuencia que nos propusimos. Así que vamos a conmemorar un año más con una bonita competencia este 25 agosto, ese día publico la invitación.  VAMOS, VAMOS A DE-EMPOLVARNOS CELEBRANDO EL ININTERRUMPIDO MOVIMIENTO

entrenando 5:00 a.m.


Así que invitarle una y otra vez a moverse, en la disciplina que le agrade, partiendo de sus propias posibilidades y teniendo presente que si: la más profunda disposición a la vida es el propio movimiento, entonces la idea es des-empolvarnos "hasta el último aliento"

probando implementos obligatorios del swimrun


por supuesto que me puede presionar cada mañana

este blog es una locura conjunta que tiene vida propia desde el 10 de diciembre del 2013, casi todo todo lo que hemos hecho es por sugerenci...