GRACIAS, GRACIAS, GRACIAS
Ha sido un ejercicio sin igual, me regalaron la oportunidad de comprender que convivimos con la esencia de quien somos hasta el último aliento. Hasta esta locura no me había percatado que hay una trampa en eso de “
me sentí como en mis años mozos" aprehendimos socialmente a aceptar como cierto que el tiempo pasa y ahí se queda lo preciado. Resulta que no, que a diario si dejo abierta la puerta que no existe no solo entra el aire, sino que también sale y juguetea con él la que soy (no la que fuí ni la que seré). Este nuevo acervo existencial que me he añadido, es un regalo de ustedes.
Aunque la idea era un libro digital como algunas me manifestaron el ser como yo del siglo pasado emitimos una edición limitada
25 copias impresas y 13 copias digitales. Fiel a mi principio de cero vanidad, ambas versiones han quedado limitadas al conocimiento tecnológico personal de esta peregrina y la paciencia infinita de las funcionarias de la imprenta que me acogió.
YA TODAS LAS COPIAS ESTAN EN CAMINO A SU DESTINO
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"Mi vida propia es mi único documento" Yolanda Oreamuno |
A quien tenga Valor se fotografía leyendo para ver hasta dónde llega esta extensa carta.