“el buen caminante no deja huella“
Tao Te Ching
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Las salvajes e
impenetrabales Barrancas del Cobre están en México, un mundo pérdido, donde
todas las salidas parecen terminar en una roca escaparda y casa de una tribu ermitaña que se acerca a la perfección –mente-cuerpo-alma, una tribu que ha
logrado resolver problemas como odio, afecciones cardiacas, dolores de
espinillas, no conocen la obesidad, diabetes, depresión, el crimen, la guerra,
el robo, violencia doméstica, abuso de menores …. En esa tribu una persona de 50 años vence a los adolescentes y
una persona de 80 años corre montaña arriba distancias maratonianas. Son una tribu amable, feliz y de paso fuerte,
un pueblo que ha estado toda “la vida
corriendo“ y de paso sin lesionarse. Por las tardes, cuando
ya ha bajado el sol, suelen caminar unos 20k, suben y bajan las montañas que
rodean a su comunidad caracterizada por cañones de hasta 1.879 km en una zona
que ronda los 65.000 km2 y
alberga unas 23 comunidades, para ir de una a otra solo cuentan con la velocidad
sus piernas y caminar diario es una actividad que inician entre los 3 y 5 años,
pues los padres no los cargan, mas si los llevan con ellos y deben caminar por
si mismos la misma distancia, igual para ir a la escuela caminan subiendo y
bajando montañas entre 5 y 6 horas y en algunos casos todo un día. Su alimentación incluye pinol (maíz molido)
del que obtienen los carbohidratos que los mantiene en forma, poderosos e
imparables, y frijoles del que obtienen una proteína similar a la de la carne. Además,
utilizan huaraches que les confieren una musculatura fuerte y una forma de
correr aterrizando con el mediopié en vez de con el talón. Christopher
McDougall en su libro nacidos para correr describe esta forma
de correr como: “Más que golpear el suelo,
las plantas de sus pies lo acariciaban, rascándolo ligeramente conforme cada
pie pateaba hacia atrás y daba la vuelta para la siguiente zancada”. Cuando juegan rarajípari los hombre pasan
entre 15 y 20 horas tirando una bola de madera hacia delante para que el rival
no gane, la meta está a unos 100 ó 200 km, toda la comunidad se involucra
haciendo porras, acercándoles pinol, marcando con antorchas el camino en la
noche…. Las mujeres también practican
este deporte entre 8 y 15 horas cubriendo entre 50 y 100km. El principio que rige este juego es: "Quien no aguanta, no vale" y
representa la razón de ser de su existencia: correr. También beben
como si estuvieran celebrando el Año Nuevo una vez a la semana, ingiriendo
suficiente cerveza de maíz a lo largo del año como para pasar cada tercera
parte de los días de su vida adulta
borrachos o con resaca. Solo este esbozo del día a día permite cada
vez más observar como normal en algunas carreras de ultrafondo ver algunos
corredores sin zapatillas de correr (explican que las suelas de las zapatillas
no les dejan sentir el camino), que no estiran, no calientan (no vale la pena
cansarse antes de una larga carrera), no cargan geles ó barras energéticas,
simplemente llegan sonriendo a la línea
de salida, con una bolsita de pinol y luego corren como hijos del viento,
corren con los pies alados por las siguientes 48 horas, si, son los rarámuris, los de pies ligeros, que
se acercan a estas competencias para si ganan con el dinero llevar semilla a
sus pueblo y no morir de hambre. Su
resistencia y tranquilidad sobrehumanas poco poco se difunden en las redes
sociales, resaltando lo que no son, sin embargo, la tecnología hoy permite
acercarnos casi a todo, así que le invito a leer sobre ellos, detallar su
filosofía de vida que ha sobrevivido a Cortés y sus invasores de armadura, a las
invasiones de Pancho Villa y sus jinetes y los capos de la droga … Simplemente su manera de responder a la
agresión en lugar de quedarse a discutir el asunto es poner tierra en medio:
salen corriendo.
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PD. Si cualquier día se
acerca a una ultracarrera y concluye que: los tipos más rudos son los más
dulces, las piernas más trabajadas/maltratadas son las más vitales, los más
saludables tienen la peor dieta, las personas corredoras más incultas
realizaron la carrera más sabia, quienes trabajan más duro se divierten más,
sin duda en esa ultracarrera participan personas de pies ligeros, rarámuris.
Todas las fotos tomadas de internet para ilustrar la historia.